El ocio es un derecho y está reconocido para todos.
La propia Constitución, incluso la Declaración de los Derechos Humanos hace referencia "al descanso y al disfrute del tiempo libre"”". El problema es que no siempre el ocio está configurado para ser inclusivo: transportes, infraestructuras en la ciudad o en el medio natural, incluso el diseño de las propias actividades a realizar.
Cuando una persona con discapacidad ve limitado su ocio por el simple hecho de tener unas necesidades distintas, está siendo privada de un derecho fundamental.
El ocio inclusivo es el conjunto de actividades destinadas a conseguir que la personas con discapacidad disfruten de su tiempo libre.
Para conseguir su desarrollo, existen claves para garantizar la accesibilidad universal o contar con profesionales especializados que puedan organizar y coordinar las actividades satisfaciendo las necesidades de cada persona.
Pero no solo está en manos de expertos, todos, con pequeños detalles y una visión inclusiva de nuestro entorno, podemos contribuir a que todos disfrutemos de este derecho.
Conseguir que las personas con discapacidad visual puedan acceder, de manera autónoma, a toda la información impresa, representada y electrónica es una de las metas en la que participan los servicios culturales de la ONCE.
Con este fin, se adaptan a formatos más accesibles los documentos impresos que son de interés para todos, por ejemplo, aquéllos que precisan para realizar sus estudios, desempeñar sus tareas laborales, o llenar el tiempo libre y de formación cultural. Aspecto fundamental, puesto que el ocio constituye un espacio creativo, implica una dimensión plural y pública, facilita las relaciones, desarrolla a la persona y es un claro indicador del nivel de inclusión social.
Por supuesto, en la ONCE también se trabaja por hacer accesibles para todas las personas los espectáculos, el cine, la música, los museos o los videojuegos, así como promover talleres, recitales y audiciones propias para incentivar el contacto con el ocio y la cultura de nuestros afiliados, al tiempo que se promueven su creatividad y habilidades sociales.
El Grupo Social ONCE, a través de sus diversas entidades, organiza y promueve el turismo accesible, desde ILUNION así como facilita recursos para la plena vivencia del ocio integrado a través de Fundación ONCE.
La educación inclusiva es aquella que busca atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, niñas, jóvenes y adultos, con especial atención en aquellos que tienen algún tipo de necesidad especial.
Cada uno de nosotros somos diferentes, por eso, necesitamos procedimientos y formas de aprender diferentes. Las personas con discapacidad, también tienen sus propias necesidades: acceso a la información, ritmos de aprendizaje, necesidad de formatos especiales que puedan ser percibidos por otros canales, etc.
Cuando tenemos en cuenta las necesidades educativas para las personas con barreras para el aprendizaje conseguimos una educación en la que todos nos sentimos partícipes.
En la educación inclusiva es decisivo contar con buenos profesionales dedicados a ello, pero alcanzar una educación donde nadie se quede atrás es un reto que nos implica a todos.
El modelo de intervención educativa que se lleva a cabo en España con el alumnado con ceguera o discapacidad visual grave, es un modelo que está posibilitando su inclusión académica y social total.
Por eso, la ONCE firma convenios de colaboración en materia educativa con todas las administraciones educativas de las comunidades autónomas. A través de estos convenios, los alumnos cuentan con todos los recursos del sistema ordinario y, además, los específicos de la ONCE a través de sus Centros de Recursos Educativos (CRE), ubicados en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla, que prestan servicios de atención directa y servicios complementarios.
Actualmente, más del 99% del alumnado con discapacidad visual se escolariza en colegios ordinarios, en su pueblo, barrio o ciudad de residencia, siguiendo el currículo escolar oficial.
Este alumnado recibe una atención complementaria en función de sus necesidades específicas relacionadas con la discapacidad visual (enseñanza del sistema braille, nuevas tecnologías, autonomía personal, orientación y movilidad o competencia social, entre otras), que es la que le proporcionan los profesionales especializados de los Equipos Específicos de atención educativa a la discapacidad visual.
El objetivo es conseguir la mayor normalización e inclusión del estudiante en el entorno familiar, social y educativo.
Desde el Grupo Social ONCE se trabaja y se promueven iniciativas que apuestan por el acceso y la promoción de las personas con discapacidad en la educación superior para lo que resulta imprescindible construir universidades inclusivas que garanticen la igualdad de oportunidades.
En España, existen alrededor de tres millones de personas con una discapacidad superior al 33%. Según el SEPE, la tasa de desempleo de éstas, es superior a la de la media de población sin discapacidad.
Esto significa que a día de hoy, el acceso a un empleo es más difícil para una persona con discapacidad que para una sin ella… Un reto que debemos superar como sociedad.
El desarrollo profesional de las personas con discapacidad, además de otorgarle una autonomía y estabilidad económica, supone una vía para integrarse en la sociedad. Al desempeñar un puesto de trabajo, se demuestran a sí mismas y al resto, todo lo que son capaces de hacer, desmontando estereotipos.
Uno de los factores que más está ayudando en la inclusión laboral es la transformación digital, siempre que la tecnología sea accesible, ya que permite omitir numerosas barreras físicas y dar la posibilidad de que cualquiera pueda trabajar y formarse desde cualquier parte.
El desarrollo profesional de las personas con discapacidad es una vía de integración en la sociedad.
La ONCE actúa en dos direcciones: incidiendo en la importancia de la formación y buscando el compromiso de los agentes sociales que intervienen en el mundo laboral.
En nuestro país, la fuente principal de empleo de las personas con ceguera o discapacidad visual grave es la venta del Cupón, aunque hay muchos profesionales con discapacidad visual bien preparados para ejercer otras tareas, que buscan una oportunidad para demostrar su valía y tener un desarrollo profesional totalmente normalizado.
Además de facilitar y apoyar los procesos formativos, las personas ciegas y deficientes visuales reciben de la ONCE asesoramiento, recursos y determinadas ayudas para su desarrollo personal y profesional.
La ONCE y la Fundación ONCE, son agentes sociales generadores de empleo, que crean 15.000 nuevos puestos de trabajo y realizan alrededor de 30.000 acciones formativas para personas con discapacidades de diversa índole.
ILUNION por su parte es un modelo empresarial único, hecho desde las personas y para las personas, cuyo objetivo final es el de generar empleo de calidad para las personas con discapacidad. Cuenta con una plantilla de 38.000 profesionales, de los cuales más de 15.000 son personas con discapacidad (40.5%). Además, haciendo de la diversidad uno de sus mayores valores, más del 48% de su plantilla son mujeres y cerca del 6% son personas de diferentes nacionalidades.
ILUNION no sólo es el mayor empleador de personas con discapacidad. Es, también, un generador de conceptos y de aplicaciones para el mercado, productos, y servicios, concebidos para ser usados y disfrutados por todas las personas.
La “accesibilidad universal y diseño para todos” se encarga de que un entorno y, en general, todos los productos y servicios de nuestro alrededor sean totalmente accesibles para todas las personas, sin importar si sufren algún tipo de discapacidad o no…
Esto incluye desde las infraestructuras de las ciudades, libres de barreras arquitectónicas - como escaleras, muros o mala señalización - hasta el “acceso a la información”: materiales educativos, trámites públicos, consultas de la información (internet, carteles y señales, etc.) diseñados para que puedan ser entendida y útil, para todas las personas, de forma autónoma y segura.
Como ciudadanos y parte de una sociedad, nosotros también podemos hacer más accesible nuestro entorno, procurando que todos y cada uno de sus rincones ofrezcan soluciones a las diferentes necesidades de las personas, con o sin discapacidad.
Ya que, en el día a día, las accesibilidad es más una cuestión de empatizar y tener ideas que faciliten la vida a los demás, más que de emplear grandes recursos.
El auge de las nuevas tecnologías ha generado un cambio sustancial en la forma de producir, gestionar y acceder a una información cada vez más abundante, lo que no significa que sea cada vez más accesible para todas las personas, con y sin discapacidad. La tecnología, para una persona ciega, no es solo un vehículo para acceder a información con total autonomía personal, sino que es más que eso: es una oportunidad para sentirse en igualdad y en una vida mejor.
Con demasiada frecuencia no se piensa en que todas las personas puedan acceder a su contenido y es entonces cuando aparece el riesgo de exclusión y surgen nuevas barreras que marginan a muchas personas, entre ellos, las personas con discapacidad visual, con mayor riesgo si no disponen de la tecnología y la formación necesaria.
Para evitarlo, la ONCE ha asumido el compromiso de garantizar a las personas que así lo requieran, el aprendizaje del conjunto de tecnologías que facilitan el desarrollo pleno en todos los ámbitos: salud y vida diaria, educación y cultura, empleo, ocio y deporte, etc. Desde su Centro de Tiflotecnología e Innovación (CTI) se adentran en el mundo de la tecnología accesible y de la adaptación de la tecnología para personas con discapacidad visual conocido como Tiflotecnología, que constituye la base para no perder el tren de la sociedad de la información y el conocimiento.
La tecnología se ha convertido en una herramienta necesaria para realizar muchas tareas presentes en el día a día de una persona ciega, con deficiencia visual o con sordoceguera.
La Fundación ONCE, por su parte, trabaja para lograr que se establezcan, conozcan y apliquen criterios y estándares a la hora de diseñar, construir, adaptar y mantener el entorno, su dotación, así como los productos y servicios de forma que alcancen, mantengan o mejoren sus niveles de accesibilidad.