El camino que nos hace iguales
Material didáctico secundaria, bachillerato y FP

Metodología Suma

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La 38 edición del Concurso Escolar del Grupo Social ONCE plantea una propuesta didáctica basada en la metodología SUMA.

Esta metodología, diseñada por el Grupo Social ONCE, ha sido desarrollada para los docentes, por expertos en el modelo de enseñanza DUA (Diseño Universal para el Aprendizaje), como Antonio Márquez Ordóñez (maestro en Pedagogía Inclusiva) y la Cátedra de Inclusión Social y Habilidades no Cognitivas de la Universidad de Murcia.

Se basa en un esquema sencillo, vivencial y, sobre todo, participativo, en el que se propone al alumnado en el papel de sujeto activo, transformador de la sociedad que le rodea.

Bajo la idea de SUMAR, como sinónimo de incluir o añadir, se van planteando una serie de fases didácticas con la idea de alcanzar un producto final que cuente con la participación de todo el alumnado del aula. Por ello, la metodología SUMA optimiza el modelo inclusivo en las aulas, nutriéndose de los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje.

Esta metodología se ha planificado tomando como base las propuestas SCAMPER y los procesos cognitivos de Bloom, siguiendo un proceso como el del esquema:

Esquema del proceso anterior (descripción textual a continuación)

Descripción textual del esquema 1:

Esquema conceptual que relaciona la técnica creativa de generación de ideas, SCAMPER, y la metodología didáctica, TAXONOMÍA DE BLOOM, con la desarrollada para la 38 edición del Concurso Escolar ONCE, la METODOLOGíA SUMA.

En la columna izquierda se describe la técnica SCAMPER. Es un acrónimo de los conceptos y proceso de generación de ideas: S, de sustituir; C, de combinar; A, de adaptar; M, de modificar; P, de poner en otros usos, E, de eliminar y R, de reordenar.

En la columna central del esquema, se listan las fases de la Taxonomía de Bloom: Conocer y recordar; Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear.

En la columna derecha del esquema, se agrupan, alineadas con las anteriores, las fases de la metodología SUMA: 1. Percibir y recordar; 2. Reflexionar y Evaluar; 3. Comprender y Analizar; 4. Multiplicar y Crear.

A su vez, estas cuatro fases de la metodología SUMA se explican con las siguientes descripciones:

  1. Diana de prioridades y Test de autoevaluación. Nivel base para conocer el grado de compromiso de los alumnos, sus inquietudes, lo que les gustaría cambiar.
  2. Ponerse en el lugar del otro, comprender otras realidades, analizar otras situaciones.
  3. Alternativas o soluciones innovadoras que ayuden a cambiar la situación o ámbito.
  4. Medidas que ayudan a cambiar y mejorar la situación o ámbito.

Por último, este esquema conceptual termina con el texto resumen, a modo de conclusión: retorno positivo en tu entorno: Trabajo de participación. Cuestiona tu entorno y define tu lugar en el mundo: Multiplicación. Multiplicar acciones que suman a la finalidad del cambio.

Fín descripción textual del esquema.

Las cuatro fases principales son las siguientes:

Percibir

En esta fase se fusionan dos aspectos:

  • El planteamiento de un reto inicial que motive al alumnado a la transformación de su realidad social. Es fundamental que el alumnado conozca de antemano lo que esperamos de él: que se convierta en agente de cambio para mejorar la sociedad que le rodea. Hacer conscientes a los y las alumnas de que pueden transformar la realidad para hacerla mejor, hacerles partícipes de esos cambios y colocarlos en un lugar de participación social, es una de las líneas maestras de esta metodología SUMA. Pero, además, siguiendo el principio del compromiso del DUA, este reto es un desafío abierto, donde será el alumnado el que decida qué hacer y para qué hacerlo. De esta forma nos aseguramos de que la diversidad de motivaciones e intereses tengan cabida en ese papel activo de agente transformador.
  • La activación de la experiencia propia, de lo que el alumno conoce sobre esa realidad social a transformar y que le llevará a alcanzar el reto inicial. Esas experiencias previas se proponen a través de diferentes percepciones que pueden abrirse a cualquier vía de sensaciones, como la auditiva, visual, táctil…, por lo que abre las puertas a la participación de cualquier alumno/a, sea cual sea su potencial más desarrollado. Pero la activación de conocimientos previos puede resultar complicada para aquellos escolares que tengan experiencias reducidas, o que tengan dificultades para evocarlas. Por ello, en esta fase, la evocación ha de plantearse de una forma colectiva, a la vez que personalizada, donde las experiencias individuales apoyen las carencias colectivas, y en la que se propongan ejemplos y situaciones que lleven al alumnado a afrontar el reto con los conocimientos previos necesarios.

Con estos dos elementos de la fase primera, el alumnado habrá trabajado actividades centradas en los procesos cognitivos de recordar y conocer, que ya nos proponía Benjamín Bloom en 1956. A lo largo de las cuatro fases, recorrerán todos los procesos cognitivos de Bloom hasta alcanzar sus productos finales.

Las fases se representan con los colores de la trayectoria del Grupo Social ONCE, y por ello, esta fase de percibir se viste de verde, representando ese reto inicial de transformación.

Reflexionar

Esta segunda fase tiene un alto contenido de trabajo centrado en la cultura del pensamiento, donde todo el alumnado es invitado a realizar un pensamiento crítico con el que ponerse en el lugar de otras personas para mejorar su realidad. Cada aprendiz debe realizar propuestas concretas de transformación social basándose en sus propias ideas previas, activadas en la fase de percibir. Solo desde el propio conocimiento y experiencia se puede proyectar una idea personalizada. Por ello, en esta fase dejamos al alumnado que experimente, que ensaye y que proponga sin la dirección del docente. Es lo que el Design Thinking denomina, la construcción del prototipo.

Para ello tendrán que realizar un trabajo de inteligencia social, apoyado por tareas grupales, donde la fuerza del equipo desarrolle la creatividad y la autoconstrucción de contenidos.

También la reflexión propuesta en esta fase llevará a los y las discentes a hacerse nuevas preguntas, a planificar sus propias líneas de investigación para conseguir alcanzar los retos que se han propuesto. Por sus propios medios, y según los conocimientos previos que cada equipo haya logrado activar, responderán a dos cuestiones:

  • ¿Qué queremos hacer para mejorar nuestro entorno?
  • ¿Qué tenemos que saber para poder hacerlo?

Nuevamente, la participación de todos se asegura en la medida en la que la SUMA de los diferentes potenciales de cada miembro del equipo genera un producto diversificado, con una participación equitativa.

En esta fase se trata de que el alumnado experimente por sí mismo con trabajos centrados en los procesos cognitivos de evaluar y aplicar (Bloom). Se cumple así con uno de los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA): el compromiso del alumnado.

Siguiendo con la secuencia de colores de Oncelio, esta fase se viste de color rojo, que representa el avance hacia una sociedad más solidaria y participativa.

Comprender

Las propias propuestas libres, surgidas de la reflexión colectiva, llevará al alumnado a la necesidad de investigar, profundizar y procesar una información más contrastada, que dé sentido y argumentos a las propuestas iniciales. En esta fase el alumnado accede al conocimiento, lo analiza y lo incorpora a sus esquemas mentales, alcanzando así la comprensión del mismo. Es por ello por lo que, en este paso, la guía del docente es fundamental para llevar al alumnado a saber hacer un uso adecuado y aplicado de la información. El docente puede hacer uso de estrategias o recursos como el Visual Mapping, Organizadores Gráficos, Líneas del Tiempo…, que ayuden a gestionar la información.

Esto hará que los y las escolares trabajen de forma competencial al responderse a preguntas como:

  • ¿Por qué necesitamos aprender cosas nuevas?
  • ¿Cómo se conectan y organizan mis ideas iniciales con la nueva información?
  • ¿Qué nuevos conocimientos genero para conseguir alcanzar el reto?

La flexibilidad cognitiva toma su valor más álgido en la medida en que se enseña al alumnado a reajustarse a una nueva realidad, modificar sus ideas, mejorarlas y enriquecerlas. La Competencia para Aprender a Aprender toma un papel destacado.

En esta fase, la accesibilidad universal a la información y el apoyo a las funciones ejecutivas para la construcción de la propia comprensión, cobran una especial importancia de cara a asegurarnos la participación de todos. El proceso cognitivo que pretendemos abordar es el de comprender, en sentido amplio.

El color azul de esta fase representa la profesionalidad, el trabajo constante, la participación de todos y todas.

Multiplicar

En este último paso, el alumnado ya dispone de todo lo necesario para hacer realidad sus propuestas iniciales de transformación social, pero ahora con una base sólida de conocimiento. Es la hora de actuar en su entorno, es la hora del alumno/a hiperlocalista que busca reconstruir una sociedad para todos/as desde la perspectiva del aprendizaje servicio.

Aquí proponemos a los y las discentes que contrasten su prototipo inicial para incorporarles aquellos elementos que lo mejorarán y enriquecerán.

En este punto, la emoción es el componente esencial de las actividades, una emoción colectiva que hace que las propuestas desarrolladas tengan el suficiente margen de acción para que cada persona contribuya a su puesta en práctica desde sus diferentes capacidades.

En esta fase, la variabilidad en las demandas y los recursos para optimizar el desafío tendrá un papel destacado para asegurarnos la participación de todos/as. El principio III del DUA, el de expresión del aprendizaje, adquiere protagonismo al buscar que todo el alumnado pueda comunicarnos sus experiencias de aprendizaje. El profesorado debe facilitar una gran variedad de formatos de presentación de los productos, alternativas para la comunicación y la acción y expresión de todos y todas.

Así mismo, el proceso cognitivo de crear se ve arropado por la autorregulación del alumnado: toma de decisiones, expectativas y creencias propias, y habilidades y estrategias para enfrentar desafíos…, se dan cabida de forma simultánea. Para ello, la metodología SUMA se puede nutrir de estrategias o técnicas como SCAMPER, pensamiento lateral, pensamiento creativo, etc.

El color amarillo de esta fase está marcado por la dirección, el sentido final, la creación de políticas activas de sostenibilidad social. La fase que da sentido a todas las anteriores, y las conecta, como la cabeza de Oncelio.

Una vez analizadas todas las fases el modelo podríamos percibirlo de manera global en el siguiente esquema:

Esquema de las fases del modelo (descripción textual a continuación)

En el centro del esquema tenemos las dos variables que marcan las cuatro fases descritas, que son: flexibilidad cognitiva y creatividad colectiva. Para conseguir estas dos variables nos movemos por elementos como la resiliencia, la inteligencia social, el contagio social y la acción de un alumnado que hemos denominado “prosumidor: participan en la construcción de la realidad social en la que viven”. Siguiendo este marco, la secuencia didáctica se mueve desde los ejemplos relacionados con la experiencia personal, la autoconstrucción de contenidos creativos a partir de la experiencia previa; la identificación de necesidades de información y conocimiento, y la creación a partir de las propias capacidades y conocimientos adquiridos.

Rodeando a todo este esquema, se presentan las diferentes metodologías o estrategias de trabajo de las que se nutre la metodología SUMA: aprendizaje competencial, aprendizaje servicio, enfoque DUA, Visual Mapping, Design Thinking, taxonomía de Bloom, aprender a aprender, técnica SCAMPER, y pensamiento creativo y lateral.

Como se puede apreciar, la metodología SUMA es apropiada para cualquier etapa educativa, ya que se abre a su aplicación ante una gran cantidad de temáticas recogidas en nuestro currículo, aportadas principalmente desde las áreas de Sociales y/o Naturales. No obstante, la posibilidad de trabajar las áreas de manera integrada es evidente.

Para finalizar, la conexión entre SUMA y DUA es fundamental para la participación de todos, propiciando situaciones en las que el alumnado accede a la información, la construye y la internaliza en función de sus propias capacidades.