Desde un punto de vista social, el patio de recreo se convierte en una micro sociedad dentro del espacio escolar, donde alumnos de distintas edades, etapas educativas y perfiles, ponen en juego su capacidad de interactuar con sus iguales en un espacio donde poner en práctica las habilidades de negociación y mediación de conflictos entre ellos.
Respecto al recreo como espacio físico, reflexionando sobre la morfología del patio, éste se puede cambiar incorporando rincones o espacios delimitados para el desarrollo de otras actividades y también mejorando la accesibilidad para aquellos alumnos que lo requieran, poniendo en valor a cada alumno y alumna, así como la diversidad de necesidades e intereses. Y es que 525 horas dan para mucho…
Para ayudaros a conseguir una Escuela más inclusiva, en este gráfico os explicamos las dimensiones social y física que entran en juego cuando hablamos de recreo.
¡Ahora vuestros recreos serán entornos más inclusivos!